CONVERSACIONES DIFICILES. CLAVES PARA ABORDARLAS.

17.01.2023

La calidad de tu liderazgo depende de la calidad de tus conversaciones. 

Sin embargo, algunas de ellas, las que identificamos como "conversaciones difíciles, pueden generarnos mucha ansiedad por lo que tendemos a evitarlas, más aun si no contamos con herramientas para abordarlas adecuadamente.

De todas las variables que intervienen en una conversación, hay dos que determinan notablemente su impacto: la fuerza de la argumentación y el grado de empatía entre los interlocutores. La argumentación tiene que ver con qué se dice y cómo se diseña el mensaje, y la empatía con quién conversa y cómo es su actitud. Estas son habilidades comunicativas que se requiere desarrollar especialmente hoy, considerando que la comunicación digital ofrece opciones que pueden resultar más fáciles, pero que amenazan con dañar el vinculo entre los interlocutores. Enviar un mail o un mensaje de wsp, pude ser un atajo, pero no resolverá la situación.

Partamos por reconocer que nunca es fácil tener conversaciones de este tipo, porque existe el miedo de dañar vínculos importantes y la convivencia.

Ante ésto hay una idea fundamental, evalua dos aspectos antes de decidirte a hacerla: : Qué tan  importante es? ; qué ocurre si no la haces?; y por otra parte, qué mejorará si todo sale bien?, imagina que el resultado es favorable, en lugar de anticipar un conflicto.

Las emociones siempre están a la base de cualquier interacción, y de ellas depende el resultado de la conversación. 

Algunas claves para hacer una conversación "de aquellas". 

  • Prepara la conversación y trabaja una disposición emocional de apertura a los puntos de vista de la otra persona.
  • Visualiza un resultado favorable, esto te ayudará a reducir la ansiedad.
  • Define un límite. Esto es, donde deberías parar si las cosas no se dan según lo esperado. En este caso, puedes pedir una pausa y retomar en otro momento,, haciendo ver en todo momento tu interés de llegar a acuerdos favorables para ambas partes.
  • Refiérete a hechos y no a interpretaciones. Eso favorece los puntos de acuerdo. Un hecho es algo indiscutible, y le da solidez a tu punto de vista.